Ahorrar es uno de los propósitos típicos a principios de año, a principios de mes, después de tener un bache económico, etc. Sin embargo, no siempre encontramos la forma de conseguirlo. Por ello, en este post vamos a proponerte los mejores consejos para ahorrar dinero en casa, ¡toma nota y tu bolsillo lo agradecerá!
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1. No malgastes dinero en electricidad
Despilfarrar en electricidad nunca ha sido aconsejable. Pero teniendo en cuenta los precios en los que se ha puesto este servicio de un tiempo a esta parte, una forma de ahorrar una cantidad importante de dinero cada mes es tener mucho cuidado con el uso que se hace de la luz, los electrodomésticos y los demás artículos electrónicos con los que contemos en casa.
Por lo tanto, es importante no mantener las luces encendidas más que cuando es necesario, utilizar los electrodomésticos el menor tiempo o a la menor potencia posible, etc.
En relación a este tema, hay que recordar que las bombillas de toda la vida suponen un consumo de electricidad totalmente innecesario, cuando hoy en día se pueden sustituir por luces LED, que son mucho más eficientes a nivel energético.
2. Acostúmbrate a ahorrar agua
Más o menos todo el mundo tiene cuidado con no dejarse los grifos abiertos, aunque se puede tener algún que otro despiste en este sentido. Sin embargo, no se presta tanta atención a no abrir el grifo más de lo necesario, una mala costumbre que, de evitarla, también supondría un ahorro importante.
Otras formas de no malgastar el agua son utilizar el ciclo de lavado más corto posible en cada caso en la lavadora, usar el programa de menor duración en el lavavajillas, no darse duchas más largas de lo necesario y, en este caso, cerrar el grifo durante el lavado de pelo, la depilación, etc. Además, las duchas cortas también sirven para ahorrar luz (en caso de tener un termo eléctrico) o gas butano (si el termo funciona con bombona).
3. No tires tan fácil, ¡repara!
Tenemos la mala costumbre de buscar rápidamente un sustituto a cada producto que se nos rompe, cuando en muchos casos son muy sencillos de reparar. Así por ejemplo, un electrodoméstico con un cable descubierto se puede arreglar empalmándolo y forrándolo bien con cinta aislante.
Es cierto que hay casos en los que arreglar un determinado electrodoméstico puede ser más caro que comprar uno nuevo, porque se requieren piezas caras y ayuda profesional. Pero siempre que merezca la pena, recuerda la importancia de arreglar, porque además de ahorrar, estarás contribuyendo a un mundo más sostenible a nivel medioambiental.
4. El coche, para lo indispensable
Otra costumbre no muy acertada que muchas tenemos muchas personas es la de coger el coche a la mínima de cambio. Y teniendo en cuenta el precio que está alcanzando el combustible, una buena forma de ahorrar es apostar por ir a pie siempre que se pueda, o por ejemplo en bicicleta.
De esta manera conseguimos no solo ahorrar, sino que también nos ejercitamos, algo muy necesario en unos tiempos en los que llevamos un tipo de vida mucho más sedentaria de lo que sería deseable. Y por supuesto, es una opción ecofriendly.
5. Dale una oportunidad a los artículos de segunda mano
Hoy en día es tendencia comprar de segunda mano, por suerte. Y esta es una moda a la que todos deberíamos apuntarnos, ya que hay muchos productos que están en perfectas condiciones para darles una nueva vida, y de paso ahorrarnos el precio de comprar un artículo nuevo.
Por otra parte, si somos nosotros quienes vendemos todo aquello que ya no nos sirve pero que otra persona puede utilizar, nos ganamos un dinero extra que podemos ahorrar. Existen varias plataformas online que pueden ayudarnos en este sentido, y las redes sociales también pueden convertirse en buenas aliadas.
6. Compara, compara y compara antes de comprar
Hoy en día tenemos la oportunidad de comprar en dos escenarios diferenciados: las tiendas físicas e Internet. En el primer caso, para comparar precios tenemos que ir de tienda en tienda, algo que nos llevará tiempo pero que nos ayudará a mantenernos activos.
Y en el segundo caso, basta con buscar un determinado producto por Internet para ver a qué precios está en unos y otros ecommerce, ya que el propio Google nos mostrará la información.
7. Reutiliza lo que puedas
Es recomendable reutilizar todos los productos que se pueda, tanto para ahorrar como para tener hábitos lo más ecológicos posible. Así por ejemplo, en vez de comprar bolsas de plástico nuevos cada vez que vayas al supermercado, es mejor que compres una vez unas bolsas para uso prolongado de las que ofrecen en estos propios comercios.
Y aunque te parezca que ir a la compra con el carrito de toda la vida no es lo más glamuroso, esta es una opción muy cómoda. Además, hoy en día hay carros muy modernos y con diseños muy bonitos que se alejan del antiestético carro de la compra de antaño.
8. Cuidado con lo barato, ¡que puede salir caro!
Una cosa es ahorrar y otra muy distinta invertir en productos de mala calidad. Los chollos, es decir, esas súper ofertas que casi cuesta creer, en ocasiones no esconden más que una forma atractiva de dar salida a un artículo que no cumpliría con las expectativas de los consumidores en condiciones normales.
En estos casos, suele suceder que en primer lugar ahorramos, comprando un producto a muy buen precio. Pero terminamos perdiendo, ya que en poco tiempo ese artículo ya no nos sirve y acabamos comprando uno más caro pero de mejor calidad, que podríamos haber adquirido desde un principio.
9. Ve a la compra con el estómago lleno
Este consejo puede sonar un poco extraño en un primer momento, pero no hay más que pensar un poco en ello para darse cuenta de que no lo es. ¿A quién no le ha sucedido que ha entrado en el súper con hambre, y ha terminado comprando más de lo que necesitaba?
Cuando vamos a la compra en estas circunstancias, sucede que todo se nos mete mucho más por los ojos. Y una vez que llegamos a casa y nos satisfacemos, podemos darnos cuenta de que algunas de las cosas que hemos comprado nos las podríamos haber ahorrado perfectamente.
10. Analiza tus gastos fijos
Hay veces en las que pagamos más de manera innecesaria, algo que ocurre a menudo con los suministros del hogar. Por eso es importante que revisemos lo que estamos pagando de telefonía, Internet, la luz, etc., y que comparemos entre las compañías para ver si podemos pasarnos a una empresa en la que paguemos el mínimo por lo que necesitamos.
11. No compres por diversión
Darse un capricho de vez en cuando es una cosa, y otra diferente es ir a comprar para cubrir un vacío en nuestra vida que no logramos llenar de otra manera. Muchas personas tienen la costumbre de comprar por impulso, porque así se sienten bien, y una vez que están en casa y lo guardan todo, la diversión se ha terminado. Cualquiera puede tener un día así, y no pasa nada, pero es importante no convertirlo en una costumbre.
12. Prevé y planifica tus gastos
En ocasiones nos damos cuenta de que nos queda poco dinero, y nos da la impresión de no saber casi en qué lo hemos gastado. Para evitar que esto pase, lo mejor es hacer una planificación, que puede ser semanal o mensual, y tratar de ajustarse a ella en la medida de lo posible.
De esta forma podemos gestionar mucho mejor nuestro dinero, y saber dónde va. Te aconsejamos, no obstante, que destines una pequeña partida a esos caprichos que todos tenemos y que no podemos evitar. Si eres demasiado estricto y no lo haces, es posible que te agobies y termines desorganizándote y no cumpliendo tu propio plan.
13. Sigue algunos trucos para ahorrar en la cocina
Hay algunas pautas que se pueden seguir para ahorrar a la hora de cocinar. Por ejemplo, debemos elegir aquellos fuegos que tengan el tamaño justo para la sartén u olla que vayamos a utilizar, para no desperdiciar energía sin necesidad. También debemos tapar lo que estemos cocinando si es posible, para aprovechar el calor residual (por ejemplo, al cocer los alimentos). Y si podemos utilizar el microondas en lugar del horno, conseguiremos ahorrar también.
14. Obvio pero importante: adquiere el hábito de guardar dinero
Al final, no hay duda de que una de las mejores formas de ahorrar consiste precisamente en eso: en ahorrar dinero, sin más. Es decir, coger una parte del sueldo y guardarla. Cuando no es está acostumbrado a hacer esto, puede costar un poco adoptar esta costumbre.
Pero una vez que lo haces, te sientes mucho mejor al saber que cuentas siempre con un remanente de dinero, aunque no sea espectacular, pero que te cubre hasta cierto punto las espaldas. Si no puedes ahorrar mucho, ahorra poco, pero haz lo que puedas.
15. Aprovecha los programas de fidelización de los supermercados
Hay comercios que tienen una extraordinaria habilidad para crear necesidades, mientras que otros, ofrecen tarjetas de fidelización con buenas ofertas para sus clientes. Fíjate bien en las promociones que puedes obtener de esta manera, y utilízalas de forma inteligente.
Es decir, si no necesitas comprar un determinado producto, lo que menos tienes que hacer es comprarlo doble porque haya un 50% de descuento en la segunda unidad. Sin embargo, si esta oferta es en algún artículo que quizás no necesitas ahora pero que vas a terminar utilizando, por ejemplo el detergente de la ropa, siempre puedes aprovechar el momento parar invertir un poco más ahora pero ahorrar después.
16. Sí, ve a las rebajas (pero a las de verdad)
De un tiempo a esta parte se ha hablado mucho de los comercios que inflan sus precios para bajarlos después, y ofrecer así unas rebajas que no son reales. Pero seguro que conoces bien los precios de las tiendas en las que sueles comprar, y puedes aprovechar cuando estas hacen rebajas (reales) para ahorrar. Recuerda que hay tiendas que hacen rebajas realmente importantes en los precios de sus artículos, incluso de hasta el 70%.
17. Si tienes préstamos con intereses, amortízalos cuanto antes
Hay casos en los que no queda más remedio que solicitar un crédito con intereses. Pero cuando esto sucede, es importante planificarse para pagarlo lo antes posible, ya que cuanto más tiempo se mantenga, más intereses generará.
Puede que por pagar un préstamo antes de tiempo tengas que pagar una penalización, pero debes informarte, ya que esta suele ser mucho menor que los interés del préstamo (por ejemplo del 1% o el 3% de la cantidad amortizada).
18. ¡Cuidado con las tarjetas de crédito!
Nos estamos acostumbrando a utilizar demasiado las tarjetas de crédito, por la comodidad que nos supone. Pero este medio nos da una falsa sensación de poder gastar sin límite, por lo que tener mucho cuidado a la hora de usarlo. Siempre que sea posible, es mejor que tengamos en metálico el presupuesto con el que contemos, y que vayamos pagando lo que compramos de ahí.
19. Si buscas coche, espera al final del trimestre
En caso de que estés buscando un coche, te recomendamos esperar a finales del trimestre (es decir, al mes de marzo, junio, septiembre o diciembre), porque los concesionarios a menudo tienen objetivos de ventas trimestrales para conseguir comisiones de ventas, que cobran por trimestres. Por lo tanto, en estas fechas es más fácil conseguir una ganga que en el resto de los meses del año.
¿Te has quedado con todos estos consejos para ahorrar en casa? Seguro que sí, porque como has podido comprobar, son todos muy sencillos, pero te pueden ayudar a conseguir ese ahorro que hasta ahora tanto te ha costado lograr.