A los niños y adolescentes les encantan las redes sociales, y contra eso no se puede hacer nada. Pero lo que sí pueden hacer los padres es explicarles todos los riesgos que conllevan las redes sociales para niños y jóvenes, y seguir otras pautas para que estos sean los mínimos.
Por ello, a continuación vamos a contarte cuáles son los riesgos de las redes sociales para los menores, y todo lo que los padres pueden hacer contra ellos.
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1. Ciberbullying
El bullying en las redes sociales, que es lo que se conoce como ciberbullying, es uno de los grandes problemas del uso de las redes por parte de los adolescentes. Hay casos en los que el acoso surge en el propio escenario digital, y otros en los que se aprovecha este medio para continuar con una situación que ya había comenzado en la calle.
2. Suplantación de su identidad
La poca importancia que dan los menores a las redes sociales hace que sea más fácil que alguien usurpe su identidad, robando su cuenta y haciéndose pasar por ellos. Un problema que puede acarrear consecuencias graves, ya que puede hacerse para perjudicar su imagen con publicaciones falsas. Y de paso, tener acceso a su información privada.
Puede ocurrir también que se usurpe la identidad del menor para crear otra cuenta falsa. Para ello no es necesario siquiera que entren en su cuenta, ya que simplemente pueden apropiarse de su foto de perfil.
3. Falta de privacidad
Tanto los adultos como los menores compartimos gran cantidad de datos por Internet, sin ser plenamente conscientes ni de este hecho ni de lo que conlleva. Pero los menores son aún más vulnerables a los riesgos de compartir contenidos en las redes sociales, ya que a menudo no saben lo lejos que puede llegar un simple vídeo o una foto. El problema es más grave cuando su perfil es público, algo que ocurre en gran cantidad de casos
4. Contactar con personas que pueden ser peligrosas
Al utilizar las redes sociales, los menores pueden contactar por ejemplo con personas que pueden hacerse pasar por gente de su edad, para ganarse su confianza y así conseguir de ellos lo que deseen: una cita, contenidos, etc.
5. Grooming
Al hilo del punto anterior, uno de los riesgos más graves que conlleva el uso de las redes sociales por parte de niños y jóvenes es el grooming. Consiste en conseguir la confianza del menor para establecer un vínculo emocional y de este modo, obtener algún tipo de favor sexual: que se les mande contenidos sexuales, o incluso un encuentro para tener relaciones íntimas.
Es habitual que cuando la otra persona obtiene el primer vídeo o foto, empiece a extorsionar al menor, diciéndole que compartirá ese contenido con los conocidos del niño si no accede a lo que le pide.
6. Sexting y sextorsión
Hablamos de sexting para referirnos al intercambio de imágenes o vídeos de índole sexual a través de medios electrónicos, como las redes sociales. Una práctica muy peligrosa entre menores de edad, ya que existen muchas posibilidades de que el otro dé un mal uso de ese contenido, compartiéndolo con terceros sin consentimiento del menor, o extorsionándole con él.
En este último caso hablamos de sextorsión, que consiste en chantajear con este material para conseguir más contenido, una cita o dinero, principalmente.
7. Fake News
No siempre es sencillo distinguir una noticia real de otra que no lo es, y aunque los menores están creciendo ya familiarizados con el uso de las redes sociales, ellos también tienen este problema. Pero en su caso el problema es más grave, ya que es más fácil que esto distorsione su visión de la realidad, ya que ellos aún están en proceso de formación de su personalidad.
8. Discursos de odio
Los adolescentes están en una etapa en la que están comenzando a formar su propio pensamiento, y que durante esta fase de su vida puedan acceder a discursos de odio, puede resultar muy peligroso si entran en juego otros factores que pueden darse.
9. Challenges
Los retos que se han puesto de moda de un tiempo a esta parte en las redes sociales pueden llegar a ser bastante absurdos, pero el verdadero problema es que en ocasiones son muy peligrosos. Hay casos en los que estos desafíos, llamados challenges, ponen en riesgo su vida, o les incitan a llevar a cabo una conducta que puede ser delictiva.
Uno de los casos más sonado es el challenge de la Ballena azul, que iba por partes y cuya última fase era el suicidio.
10. Ideas erróneas sobre los influencers
Redes sociales como Instagram o TikTok hacen que los jóvenes visualicen una enorme cantidad de contenidos todos los días, y que sigan a una serie de influencers. Esto de por sí no tiene por qué ser un riesgo, pero el problema llega cuando se obsesionan con lo que estos dicen, por ejemplo, tratando de imitarlos en todo momento.
También puede ocurrir que piensen que estas son vías de ganar dinero fácil y con poco esfuerzo, cuando realmente no es así. Los influencers que han llegado tan lejos en las redes sociales lo han conseguido después de dedicar muchas horas a su trabajo, y a cambio de perder una parcela importante de su privacidad en muchos casos.
11. Adicción a las redes
Por desgracia, no son pocos los casos de adolescentes que se pasan horas y horas enganchados a las redes sociales todos los días, mirando todo tipo de contenidos o publicando sin parar. Ello puede provocar una situación de adicción que conlleve falta de concentración en sus actividades diarias, problemas a la hora de conciliar el sueño, y distanciamiento de otras personas.
12. Falta de dedicación a otras actividades
Como hemos visto, las redes sociales pueden provocar adicción. Y el problema es grave, ya que hay casos en los que conlleva un importante abandono de los estudios, o de actividades con la familia y con los amigos. También puede darse el caso de querer relacionarse con otras personas solo en la medida en que esto sirva para publicarlo en las redes sociales y conseguir likes con ello.
13. Un concepto equivocado de la amistad
No pocos jóvenes tienen la idea de que sus amigos son las personas con las que tienen contacto en las redes sociales. Cuando en realidad, es posible que la gran mayoría de ellas sean personas con las que o bien no se tiene ningún vínculo en el mundo físico, o la relación sea tan superficial que no se sepa de verdad qué es la amistad.
14. Malware
Desafortunadamente, las redes sociales son un buen instrumento para los hackers que desean entrar en el dispositivo de otras personas a través de virus, que se esconden detrás de publicaciones que tienen una apariencia inofensiva. Y los adolescentes son destinatarios perfectos para ello, debido a su uso constante de estas redes.
¿Cuál es la edad mínima para tener una cuenta en redes sociales?
Las redes sociales que no están pensadas específicamente para su uso por parte de menores suelen tener una edad mínima de acceso de 14 años. Pero la realidad es que los niños suelen tener su primer móvil entre los 10 y los 12 años, y a partir de ahí, cabe la posibilidad de que se abran una cuenta en una red social.
¿Qué pueden hacer los padres para reducir los riesgos en las redes?
Aunque las redes sociales pueden suponer peligros muy a tener en cuenta para los menores, los padres deben mantener la calma, ya que siempre hay soluciones para al menos minimizar todos esos riesgos:
1. Saber cuáles son las redes sociales en las que están sus hijos
Es importante que los padres inculquen a sus hijos suficiente confianza para que les cuenten cuáles son las redes sociales que manejan, y de este modo ayudarles a configurarlas para que sean lo más privadas posible, y explicarles cuáles son los riesgos que cada red conlleva.
2. Enseñarles a utilizarlas con prudencia
Una vez que los padres saben que sus hijos tienen redes sociales, pueden proporcionarles la información necesaria para que les den un buen uso. Por ejemplo, insistir en la importancia de no aceptar la invitación de personas desconocidas, no publicar algo de lo que luego se puedan arrepentir, ni compartir información importante ni siquiera en los chats privados. Es importante explicarles todos los riesgos que hemos visto en este post, con detalle.
3. Insistirles en que no envíen material sexual
Hay que hablar claramente con los niños y adolescentes de los riesgos que entraña enviar fotos e imágenes de contenido sexual por las redes sociales, entre ellos ser víctima de extorsión, o que el archivo termine en manos no solo de la persona a la que se le ha enviado, sino de otras muchas con las que no se quería compartir.
4. Restringir el uso de las redes sociales
Prohibirles a los menores que tengan redes sociales puede dar lugar a que las utilicen a espaldas de sus padres, y entonces estos no tendrán ninguna información sobre el uso que sus hijos les dan. Es mejor tratar de llegar a un acuerdo con ellos, estableciendo una serie de límites sobre su utilización. Por ejemplo, el tiempo que pueden usarlas cada día, e instalar un programa de control parental.
No podemos luchar contra las redes sociales, porque son una realidad que ha venido para quedarse. Y tratar de que los menores no sientan interés en ellas, es una batalla perdida. Pero ante los peligros que tienen las redes sociales para los niños y adolescentes y que hemos visto en este post, lo mejor es que los padres sigan los consejos que hemos dado para que el riesgo de que sus hijos las usen sea mínimo.